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Existen muchos tipos de avispas, incluso de tamaño diminuto, entre las cuales hay que destacar tres importantes, aquellas que podemos encontrar cerca de nuestras casas y que suponen un riesgo para las personas.
Estas son la avispa común (Véspula Vulgaris), la avispa alemana (Véspula Germánica) y el crabrón (Vespa Crabro).
Todas las especies de avispas construyen sus nidos una vez al año y nunca vuelven a ocupar el anterior.
Las avispas son grandes defensoras de sus alimentos y sus nidos por lo que actúan con gran agresividad ante cualquiera que se acerque o las amenace. La reina inverna para sobrevivir, hasta llegar los meses de Marzo, Abril, y Mayo, donde despiertan y buscan otros lugares para construir su avispero y reproducirse.
La mayoría de las picaduras de avispa se dan debido a que nuestros movimientos les parece un ataque ante el cual ellas se defienden.
Las avispas suelen establecer los avisperos bajo las tejas de las casas y alrededor de la fachada bordeándola, también es cierto, que vuelan y se posan en los árboles y plantas de los alrededores en busca de alimentos y sombra durante el día.
Gracias a nuestros nuevos métodos físicos hemos conseguido impedir la entrada de avispas provenientes del exterior y su posible anidación en la casa.